La Plaza de San Pedro

La Plaza de San Pedro
Esta plaza es sin duda una de las más conocidas y grandes del mundo, está situada a los pies de la Basílica de San Pedro y nos da la entrada al Vaticano.
41.902241,12.457266, Plaza de San Pedro, Vaticano, Roma

El tamaño de la plaza es realmente colosal, siendo de unos 330 metros de longitud por unos 240 de anchura. Es tal el tamaño que durante los grandes acontecimientos se pueden llegar a congregar más de 300.000 personas.


¿Qué podemos ver en la Plaza de San Pedro?

Lo más interesante de toda la plaza es sin duda sus 284 columnas y 88 pilastras que conforman el pórtico junto con las 140 estatutas.

Lo más impresionante de la plaza, además de su tamaño, son las 284 columnas y 88 pilastras que bordean la plaza en un pórtico de cuatro filas. En lo alto de las columnas hay 140 estatuas de santos realizadas en 1670 por los discípulos de Bernini.

En el centro se erige un gran obelisco de 25 metros de altura, que se trajo a Roma desde Egipto en el año 1586.

Esta plaza será el que nos dé acceso a la Basílica de San Pedro.

La Plaza de San Pedro por la noche no suele tener nada de ajetreo, y es un momento perfecto si queremos hacer unas buenas fotos de la Basílica y el Vaticano iluminados.

Panorámica de la Plaza San Pedro del Vaticano

Historia de la plaza de San Pedro del Vaticano

Fuente de la Plaza San Pedro del VaticanoEsta plaza se remonta cuando el papa Alejandro VII, encargó en 1651 a Bernini que estableciera la configuración de esta plaza que se ubica y hace de acceso a la gran basílica de San Pedro. Esta plaza se levantó entre los años 1956 al 1667, siendo la obra más importante de la época del urbanismo barroco.

Bernini propuso junto con el  obispo de Vigevano el español Juan Caramuel una plaza de forma trapezoidal, que debería de estar envuelta por una fachada que se alzaría dos plantas.
No obstante esta propuesta no tuvo buena acogida y tras las críticas, decidió cambiar su diseño y darle una forma ovalada porticada.

La plaza se estableció que estaría demarcada por un pórtico arquitrabado de columnas toscanas de cuádruple alineamiento, que conseguiría conectar a la basílica por las alas oblicuas, en el centro del eje central se colocó el gran obelisco y sus lados una fuente en el propio eje.

El resultado final es que las columnas no se encuentran ópticamente alineadas, ya que siguen a las elipses radialmente, lo que da una sensación cuando se está en el pórtico de desbaratado.

El estilo es barroco aunque sobrio, y la columnata con las estatuas, puede llegar a recordar al Palladio en el Teatro Olímpico.

Las estatuas fueron realizadas en 1670 por los discípulos de Bernini.