La Sierra de Francia

La Sierra de Francia
No nos equivocaremos al afirmar que se encuentra el viajero en uno de los lugares más renombrados y de mayor tradición turística de toda Salamanca.

Un medio natural montañoso, nutrido de valles cubiertos de bosques y recorridos por numerosas corrientes fluviales, favorece la elevada calidad medioambiental de la comarca que le ha valido su protección como Espacio Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia.

Es el pico más alto de la Sierra de Francia y en él está situado el Santuario de la Virgen de la Peña de Francia. Fundado en 1445 por Juan II de Castilla. Desde entonces, lo regentan los PP Dominicos, siendo dependencia del prestigioso Convento de San Esteban de Salamanca.

Los pueblos presentan una valiosa arquitectura popular, sirviendo de singular escenario a fiestas, costumbres y tradiciones ancestrales de gran riqueza y plasticidad.

La mesa se nutre de exquisitos guisos y asados y la artesanía se diversifica para completar un conjunto armónico que indudablemente sorprenderá al visitante.

La cumbre de la Peña de Francia, con su monasterio dedicado a la Virgen de esta advocación, te servirá de excelente mirador natural desde donde contemplar toda la comarca, otras vecinas y parte de las tierras cacereñas.

Desde allí reconocerás numerosas localidades que merecen una pausada visita. Los conjuntos históricos de Mogarraz, San Martín del Castañar, Sequeros, Miranda del Castañar o La Alberca pueden servir de comienzo a la andadura que podrá continuar descendiendo hasta el arqueológico Valle de Las Batuecas o hasta el del río Alagón. Si remontas este último accederás hasta las sierras más septentrionales cercanas a Linares de Riofrío y a la villa medieval de Monleón.

Si eres amigo del paseo encontrarás sobradas oportunidades para ello que te llevarán, por entre umbríos bosques, hasta antiguas minas de oro, como las de El Cabaco, a recorrer senderos señalizados (GR-10, Ruta del Alagón) o a disfrutar de las innumerables trochas y veredas que unían las distintas localidades que salpican este espacio privilegiado.

Al final de la Edad Media destaca un hecho de importancia capital para la zona: el hallazgo de la imagen de la Virgen de la Peña de Francia (1434), que convirtió el santuario construido posteriormente en un lugar de peregrinación, al que se unieron los peregrinos del Camino de Santiago que seguían el llamado Camino del Sur por la Calzada de la Plata.

En el siglo XVII la Peña de Francia, con su Virgen Negra, es ya citada por Cervantes en El Quijote; el valle de Las Batuecas es para Lope de Vega el escenario en el que se refugian dos enamorados que huyen de la Corte. Desde entonces La Alberca, con la Peña de Francia y Las Batuecas, han sido un escenario convertido en mito, en leyenda. Esencia mítica que se mantiene en la actualidad en su arquitectura y su paisaje, en sus gentes y costumbres.